¿Qué podemos hacer con un tetrabrik?
TALLER DE REUTILIZACIÓN DE TETRABRIK
aprenderemos a hacer unas divertidas casitas para pájaros y monederos originales
Sábado 27 de Octubre de 2012 de 18 a 20h en:
ATENEO LIBERTARIO GENARO SEGUIDO
c/Río Valdeyernos, 4 Polígono de Toledo
Local CNT
Si finalmente os arriesgáis a una tarde de manualidades, tomar nota porque esto es lo que necesitareis traer, la idea es compartir todo el material así que cuanto más mejor y si se os ocurre algo que no este en la lista, traerlo sin dudarlo!
Necesitaremos:
Importante
- Tetrabriks (2 mínimo) mejor si son de los cuadrados, no de los alargados de zumo y se ruega que limpios con agua y jabón (la leche seca apesta y en otro taller que hice nos crecieron los enanos en los tetrabriks jejje)
- Cartón: paquete galletas, cereales, cajas o algo parecido
- Caja quesitos
- Papel (para forrar los monederos) desde papel de regalo, diarios con imagenes que os gusten, bolsas con estampados que os gusten, pegatinas, etc. o telas.
Importantillo
- tijeras
- cutex
- pinceles
- regla
- Punzón
- lápiz, rotuladores
Bastante importante
- pintura acrílica o otras (aunque habrán, alguna que os guste si tenéis)
- Precintos (celo) de colores
- Pegamento
- Aguja gorda
- Lana o hilo , botones, abalorios, cordel, goma elástica, velcro, etc.
- Palillos de madera gordos o palillos normales.
- Lo que os apetezca, todo vale!
Bueno, pues perdonad la lista larga pero así será más creativo. Por último y para ver si os anima aun más a venir os dejo un escrito que no debemos olvidar en nuestras vidas ya que nos mantiene enjaulados. Así que a romper un poquito el circulo este sábado.
Abrazos y besos creativos
“Una vez un niño fue a la escuela y era bien pequeño. Y la escuela era bien grande, pero cuando el niño vio que podía ir a su clase directamente desde la puerta de afuera, se sintió feliz y la escuela no le parecía tan grande.
Así, una mañana, cuando hacía poco que estaba en la escuela, la maestra dijo:
-”Hoy vamos a hacer un dibujo”.
- “Bien”, pensó . Le gustaba mucho dibujar. Y podía hacer todas las cosas, leones, tigres gallinas y vacas, trenes y barcos y tomó su caja de lápices y comenzó a dibujar.
Pero la maestra dijo: “¡Esperen! no es hora de comenzar”. Y él esperó hasta que todos estuvieran preparados.
-”Ahora- dijo la maestra- vamos a dibujar flores”. “Qué bien”. -pensó el niño, a él le gustaba dibujar flores. Y comenzó a hacer bonitas flores, con lápiz rojo, naranja, azul.
Pero la maestra dijo: “¡Esperen, yo les mostraré cómo se hacen!”. Así -dijo la maestra-. Y era una flor roja con tallo verde. “Ahora sí”, dijo la maestra. “Ahora pueden comenzar”.
El niño miró la flor de la maestra y luego la suya, y a él le gustaba más su flor que la de la maestra. Y no reveló esto. Simplemente guardó su papel e hizo una flor como la de la maestra, roja con el tallo verde.
Otro día, la maestra dijo: -”Hoy vamos a trabajar con plastilina”. “Bien” -pensó él, y podía hacer todo tipo de cosas con plastilina: serpientes, muñecos de nieve, elefantes de rabitos, autos y camiones.
Comenzó a apretar y amasar la bola de plastilina.
Pero la maestra dijo:- “¡Esperen, no es hora de comenzar!” Y él, esperó hasta que todos estuvieran preparados.
“Ahora -dijo la maestra- nosotros vamos a hacer una serpiente”. “Bien”, pensó el niño. A él le gustaba hacer serpientes.
Y comenzó a hacer unas de diferentes tamaños y formas. Pero la maestra dijo: “¡Esperen, yo les mostraré como hacer una serpiente larga!”. Ahora pueden comenzar.
El niño miró la serpiente de la maestra, entonces miró la suya, y a él le gustaba más la suya que la de la maestra, pero no reveló esto. Simplemente amasó la plastilina en una gran bola, e hizo una gran serpiente como la de la maestra.
Así, y luego, el niño aprendió a esperar, y a observar y a hacer las cosas como las de la maestra. Y luego no hacía las cosas por sí mismo.
Sucedió que el niño y su familia se mudaron a otra casa, en otra ciudad, y el niño tuvo que ir a otra escuela.
Esa escuela era mucho más grande que la primera, tenía puerta afuera, pero para llegar a su aula, el niño tenía que subir unos escalones y seguir por un corredor largo.
Y justamente el primer día que estaba allí, la maestra dijo:- “Hoy vamos a hacer un dibujo”. Bien, pensó el niño, y esperó que la maestra le dijera qué hacer. Pero ella no dijo nada, apenas andaba por el aula. Cuando se acercó al niño, ella dijo:
“-¿Tú no quieres dibujar?”.
-”Sí” -dijo el niño- “pero ¿qué vamos a hacer?”.
-”Yo no sé hasta que tú no lo hagas”- dijo la maestra.
-”¿Cómo lo haré?”- preguntó el niño.
-”¿Por qué?”- dijo la maestra -”De la manera que quieras”-.
-”¿Y de cualquier color?”- preguntó él.
-”De cualquier color”- dijo la maestra; -”si todos usasen los
mismos colores e hicieran los mismos dibujos, ¿cómo se podría saber quién hizo que y cual sería de quien?
-”Yo no sé”,- dijo el niño ,y comenzó a hacer una flor roja con el tallo verde.
Helen E. Buckley
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